¿Cómo gestionas la decisión de poner un precio a una propiedad? ¿Pones el precio que el propietario ha decidido? ¿Pones el precio del propietario y le sumas tus honorarios?
La valoración de una vivienda es, seguramente, la parte más importante de la comercialización, puedes equivocarte y que no se venda.
A la hora de afrontar este tema con el propietario debes hacer una valoración objetiva, nadie como tú para saber el precio de tu zona, debes saber cómo está el mercado, qué vende la competencia y a qué precio. Visitar y conocer el estado de la propiedad te dará datos para ser más exacto en la valoración.
Pero no te dejes llevar por los sentimientos del propietario, debes actuar como un verdadero profesional dándole el precio al que se puede vender la propiedad, calcular los gastos de la venta (honorarios, impuestos, cancelación de hipoteca, etc.) y así dejar muy claro cual es el importe que llegará a sus bolsillos. Es entonces cuando el propietario tendrá que decidir si quiere vender o no.
Si no lo haces de esta manera puedes conseguir uno de estos resultados:
* el precio no es el adecuado, es caro y no se vende o tardas mucho y solo se produce la venta después de mucho tiempo y esfuerzo.
* cuando ya tienes una oferta por la propiedad, el propietario hace cuentas y decide que no vende porque no le llega el dinero que él esperaba.
* el propietario decide que tu no eres capaz de vender por ti mismo la vivienda y acude a otras inmobiliarias a solicitar sus servicios.
* el propietario se cansa de esperar la venta y lo quita del mercado, tu pierdes la oportunidad de vender esa propiedad y no vas a recuperar la inversión que has hecho en tiempo y dinero.
Si te pasa esto y quieres captar más propiedades, debes convertirte en experto en captación.
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